A Max lo conocí cuando era cachorro lo ayude a él y a sus hermanitos a salir de la terrible enfermedad del parvovirus, de la cual los veterinarios no me daban tantas esperanzas de vida, estuvo ingresado y acudí todos los días a visitarlo, sólo quería verlo recuperado, mi esposo en ese entonces mi novio, prometió que si se salvaban los adoptaríamos y así fue.
Siempre ha sido un perrito muy fuerte y valiente, teniendo sólo un mes superó la enfermedad, aun cuando tenía los pronósticos en contra, así que se quedó conmigo.
Cuando me casé nos fuimos todos a nuestro nuevo hogar, desde que lo vi hemos estado muy apegados, los que nos conocen dicen que nos parecemos en todo, en nuestra forma de ser, en el carácter.
Disfrutamos el tiempo juntos, lo que más nos encanta es la libertad en los paseos, el aire libre, los árboles, somos los mejores amigos, estamos juntos en nuestros momentos buenos y malos, apoyándonos o simplemente pasando el rato.
Sólo espero tener muchísimos años más en mi vida a mi inseparable compañero Maximiliano Luisao, el galán, fotogénico y empoderado.