María Gabriela & Yasha

La historia de Yasha empezó en Villahermosa, Tabasco, viviendo su etapa cachorro en la casa de mi hermana y su esposo, mientras yo estaba en Mérida, Yucatán.
Un día, por cuestiones familiares, tuve que trasladarme a Villahermosa, Tabasco y fue ahí donde lo conocí.

Yasha y yo nos hicimos compañía durante mi estancia en Villahermosa, Tabasco y bastaron esos días para que él decidiera escogerme como su humana.

Durante algunos años, no pude ver a Yasha, fue hasta que mi hermana, decidió venir a vivir a Mérida, Yucatán. Una vez en Mérida, nuestra unión se volvió más fuerte, todos los días saliendo de mi trabajo, visitaba a Yasha en la tienda de mi hermana, era una hora esperada, tanto para él como para mí.

Recuerdo que mi hermana veía como Yasha escuchaba algún claxon parecido al de mi auto y se ponía muy emocionado esperando mi entrada.

La hora de la despedida, era la más difícil, ya que era hora de separarnos, Yasha al ver que yo me iba se ponía en la puerta, esperando la orden de irnos juntos, pero la realidad era que ella debía quedarse.

Mi hermana, contaba qué, al cerrar la tienda, Yasha no se quería ir, se escondía o incluso dejaba de caminar, esperando mi regreso.

Era muy evidente nuestro lazo. Yasha era otra cuando yo estaba cerca, nos entendemos completamente, yo la dejo ser un perrita totalmente feliz y libre y ella me ama tal cual soy. Ella me escogió como su compañera de vida.

Fue la determinación de Yasha, que hizo que mi hermana y su esposo tomarán la difícil decisión de soltarlo y dejarlo vivir conmigo, demostrando la mayor prueba de amor.

Yasha y yo actualmente vivimos juntas, la llevo a todos lados, hemos viajado, va al trabajo conmigo e incluso me acompaña a mi deporte favorito. Somos felices, somos inseparables.